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Cuando alguien sufre o cree haber sido tocado por un mal de ojo acude a la Sastra, una camarera de casi sesenta años siempre dispuesta a ayudar todo el mundo. Pero en los últimos tiempos, sus allegados observan como su vida se va repoblando de sucesos inexplicables y ahora todo parece indicar que ha secuestrado a su nieta.
Para localizarla, su hija recurre a Navacerrada, algo así como un investigador del que se sirven las clases más desfavorecidas cuando son víctimas de un acoso, un robo o cualquier otra contingencia para la que precisarían del abogado o el detective particular que no se pueden permitir.
Marcándolo todo, El club de los primogénitos, una agrupación similar a Alcohólicos Anónimos, que acepta a cualquier persona que haya sufrido un secuestro a lo largo de su vida. Es gente muy señalada por su trauma, tendente a comportamientos extremos, que procura ayudarse mutuamente sin desvelar su identidad; para ello han adoptado nombres de escritores que comienzan por «B»: Brontë, Baudelaire, Bazán…
La novela está dividida en seis partes, como una miniserie televisiva, articuladas en capítulos breves nombrados a la manera de los epígrafes de un guion cinematográfico (Café teatro / Interior / Noche) con la intención de agilizar la lectura.
Una novela tan oscura como el humor que la recorre, montada alrededor de una extravagante estafa, con un aire esotérico, todos los males de toda la gente y ningún asesinato, porque los personajes que circulan por ella no tienen donde caerse muertos.
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